La idea de NIDRA nació tras las experiencias personales de la creadora; al despertar, notaba marcas de arrugas profundas en la cara, causadas por la almohada que utilizaba. A pesar de probar diversas cremas antiarrugas, su almohada seguía siendo un obstáculo. Además, le resultaba difícil encontrar la posición adecuada para descansar, y sentía que su rostro no respiraba bien ni circulaba el aire de forma correcta. Fue entonces cuando decidió diseñar una almohada que resolviera estos problemas.

Tras investigar y experimentar, descubrió que el Memory Foam era una opción prometedora debido a su suavidad, continuó probando con diversas combinaciones, como una estructura en forma de "sándwich" con relleno, y finalmente encontró la fórmula perfecta. NIDRA logró combinar soporte y comodidad sin que la cara se hundiera ni se deformara.

El siguiente descubrimiento clave fue la personalización de inclinación en la almohada gracias al Microgel, (un material en vanguardia) permitiendo que el cuerpo se acomodara de forma natural. Esto no solo favorecía una postura correcta para el descanso, sino que también ayudaba a cerrar la boca, evitando la salivación excesiva y facilitando una mejor respiración. Los testimonios comenzaron a llegar: personas que dejaban de babear por las noches y despertaban más descansadas.